Quedarse en la estacada

Es algo así como dejar alguien abandonado en el peor momento.
¿Y cuál puede ser la razón, para que en ocasiones usemos esta expresión?
Estoy seguro que la mayoría de las veces no se sabe por que se dice.
En realidad… ¿Que es eso de la estacada? Y que razón puede haber para que quedarse en ella sea tan malo.
Pues sí, no solo malo, es que era malísimo.
Resulta que en tiempos lejanos, en las guerras, la estacada era una especie de tupida empalizada que se formaba con las lanzas que portaban los soldados de infantería para detener con ella a la caballería del enemigo atacante.
El hecho de que las armas de fuego de entonces tenían muy corto alcance efectivo, es conocido, pero a distancias cortas sus efectos eran mortales de necesidad. De ello que permanecer a esa distancia fuera tan peligroso.
Aunque también es verdad, que el mismo Cervantes, en su universal Quijote, nos dice que la estacada era el sitio delimitado por estacas, donde se celebraban los torneos entre caballeros de entonces, y el que se quedaba en ella, naturalmente habría de ser el perdedor, ya que el otro saldría aplaudido por los asistentes.
De verdad y pensándolo bien, ¿conocéis algún caso en la historia de este País al que se haya dejado más en la “estacada”, que a nuestro célebre marino, inventor, Don Isaac Peral?
Se trataba su invento de algo revolucionario, que podría haber cambiado el panorama militar y hasta político del momento. Era un arma naval magnífica, se trataba del submarino.
Eso, eso sí que fue verdaderamente, dejar alguien en la estacada.
Una auténtica barbaridad, política, social, militar, pero sobre todo personal, por ser tan injusta y sin explicación conocida.
Una verdadera pena.

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