Son muy interesantes estas dos expresiones: -Picar muy alto- y -Pinchar en todo lo alto- Se trata de dos manifestaciones que llegan a nuestro idioma desde el mundo de la tauromaquia, efectivamente, las dos. Pero es curioso, nos llegan por distintos recorridos y les damos un significado diferente.
Así como pinchar -por todo lo alto- significa, calificar una estocada a la muerte del animal, cuando la espada ha quedado en una parte de la anatomía del toro que se llama “los rubios” es decir en el centro de las agujas, o lo que es igual – en todo lo alto- significando eso, lo más alto, es decir lo mejor. Y por regla general se emplea precisamente, para definir siempre eso: lo más alto y lo mejor.
Sin embargo, -Picar muy alto- siendo así mismo un término taurino, nos llega por otro conducto, que en este caso es poner nuestras expectativas en objetivos demasiado altos.
Don Juan de Tassis y Peralta, II Conde de Villamediana fue un poeta y aristócrata español de los tiempos entre los reinados de Felipe III y su hijo Felipe IV, por el año 1600, en los que la Corte se trasladó a Valladolid. Personaje este de vida muy disipada, amorosa y aventurera. Valgan para definirlo les estrofas que conocemos: Muy diestro en rejonear/muy amigo de reñir/muy ganoso de servir/ muy desprendido en el dar/ Tal fama llegó a alcanzar/ en toda la Corte entera/ que no hubo dentro ni fuera/grande que le contrastara/ mujer que no le adorara/ ni hombre que no le temiera.
Se celebraba una corrida de toros, asistían los Reyes: Felipe IV e Isabel de Borbón. Eran efectivamente solo eso, rumores. Pero el conde rejonea en la plaza un toro, y la Reina hace el comentario: – Que bien pica el Conde -.
El Rey contesta: – Si, pero pica muy alto –
Al poco tiempo el Conde fue muerto por un desconocido que le hirió con una ballesta cuando transitaba en su coche por la calle Mayor de Madrid.
Son distintas expresiones, y pueden parecer diferentes pero van dando cierto fundamento, personalidad y hasta carácter a nuestro hablar actual.