Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra

Esta expresión la pronunció un Ministro español llamado Alberto Aguilera en tiempos de la Regencia de Alfonso XIII, ante una muchedumbre enfervorizada de ardor patriótico en una manifestación. Queriendo imitar con ella, como lo había hecho años antes, el ilustre marino Almirante Méndez Núñez, en la guerra contra los Países Sudamericanos en 1865, que se independizaban.
Era el año de 1885 en los que se produjeron unos acontecimientos a los que se conocieron entonces como la “Crisis de la Carolinas”.
Verdad, que no han sido nunca muchas nuestras posesiones en Asia, aparte de las llamadas Filipinas. Existen más al sur y al Oeste, de ellas en el Pacífico, un archipiélago de unas seiscientas pequeñas islas y atolones que es lo que conocemos hoy como Micronesia. Actualmente las islas de Truk y Yap, han formado los Estados Federados de Micronesia, y Palaos la más grande y poblada se ha constituido en Republica.
Fueron descubiertas por exploradores y marinos españoles sobre 1525, aproximadamente. Bien es cierto que nuestro interés por aquellos territorios no es que fuera mucho. Por no mantener allí, no teníamos ni siquiera misioneros. El explorador español Álvaro de Saavedra, había tomado posesión de ellas para España en 1527 y las llamó así, Carolinas, como homenaje a Carlos II, aquel al que llamaban “El hechizado”.
No eran aquellos nuestros mejores momentos como potencia marítima. Los países industriales tenían ya en servicio naves construidas en acero, y las nuestra eran todavía de madera. Fue Alemania con la que tuvimos que enfrentarnos, para intentar defender nuestros llamémosle “derechos”.
Una bula del Papa evitó el choque armado, y años después, como no seguiría siendo de infortunada nuestra situación económica, que Francisco Silvela, como representante de España, firmó la venta de aquellas islas a los alemanes en 1899, por 25 millones de pesetas de entonces.
Se emplea en ocasiones la expresión, pocas naturalmente, pues no es demasiado grata su memoria, pero claramente su origen es aquel.

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