Esta expresión no es de muy feliz memoria, pero ha quedado incorporada a la Historia y para su mejor y más completo entendimiento, puede ser explicada de la siguiente manera:
Es simplemente una sonora bofetada en público, la verdadera causa.
Propinada ¿por quién? Por Luisa Carlota de Borbón dos Sicílias, hermana de la Reina Consorte de España, María Cristina de Borbón Dos Sicilias, cuarta esposa del Rey Fernando VII. Y madre a su vez del que sería años más tarde esposo de la Reina Isabel II, Francisco de Asís De Borbón.
¿Y, a quien le dan la bofetada? Pues a Don Francisco Tadeo Calomarde, Natural de Villel Provincia de Teruel, que en el año 1832, era Ministro de Gracia y Justicia del gobierno del Rey Fernando VII.
La verdad es, que debemos reconocer que el guantazo estaba pero que muy bien merecido.
Aquel despreciable sujeto, el tal “Paco Tadeo”, formaba parte de la “camarilla” cercana al Rey, y aprovechando su influencia y una situación de agravamiento de la enfermedad del Monarca, le induce a cometer lo que podía haber sido su última traición, de las muchas cometidas durante su vida, privando ahora hasta a su propia hija de los derechos sucesorios, para otorgarlos a su hermano Carlos María Isidro.
Afortunadamente, el célebre papel firmado derogando la Pragmática Sanción, que despojaba a su hija Isabel II del Trono, se destruyó después del sopapo.
Aunque el daño, no tanto por ello, pero ya estaba hecho. Su causa fueron las denominadas – Guerras Carlistas – que ensangrentaron la geografía española una vez más. Y pensando que poco antes, se había padecido la Guerra de la Independencia contra el Imperio Francés, que había dejado el País convertido en una verdadera ruina, y con lo que sabemos de las barbaridades ocurridas posteriormente, casi no se entiende, puesto que parece mentira, que España haya prevalecido. Pero afortunadamente lo ha hecho.