Fíate de la Virgen, y no corras

Es esta una muy curiosa expresión que nos permite advertir sobre que no es prudente fiar solo de los elementos de religiosidad o devoción, para la solución de algunos de nuestros problemas.

Se vivieron y padecieron en España durante el XIX, las que conocemos como – Guerras Carlistas – enfrentamientos civiles armados por la disputa del Trono entre Isabel II, la hija del cuarto matrimonio de Fernando VII, y su tío, el hermano de su padre Don Carlos María Isidro de Borbón.

De ello que se declararan esas llamadas “Guerras Carlistas” otra más de nuestras vergüenzas nacionales, que corroboró entonces, como lo sigue haciendo actualmente lo mal que se entienden y soportan las llamadas dos Españas.

Había puesto el aspirante a la Corona, Carlos-María, su ejército bajo la advocación de la Virgen de los Dolores, nombrándola Generalísima, y entronizando su imagen bordada en su bandera, que ha permanecido años en el Museo de Recuerdos Históricos de Pamplona, y que ahora se encuentra en Museo del Carlismo de Estella.

En una de las batallas en el pueblo de Mendigorría, cercano a Tafalla, el 15 de Julio de 1835, las tropas isabelinas al mando del General Luis Fernández de Córdoba, infringieron una importante derrota al bando carlista al mando del General González Moreno. A lo largo del Rio Arga, abandonaban corriendo desordenadamente los carlistas el campo de batalla, y parece natural que fueran las tropas isabelinas las que acuñaran la expresión, entre despiadada, mordaz y festiva cuando los perseguían.

Triste es reseñar, que solamente en aquella batalla los muertos en combate fueron por ambas partes dos mil quinientos hombres.

Eran dos bandos con ideologías contrapuestas y morían y mataban simplemente por sus ideas políticas. Luego hubo otras, y hasta otras y muchas más…
Cierto que ahora, usamos aquella expresión en algunos otros requerimientos idiomáticos, pero no sería inteligente, juicioso, sensato, ni justo el no conocer su verdadero, triste, lamentable y descorazonador origen, que ningún español debería ignorar.

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