El oro y el moro

¿Quién en alguna ocasión no ha pronunciado esta expresión, o bien para tratar de exagerar algo tratando de ponderarlo, o también para comparándolo, deslucirlo? ¿Se contraponen el oro y el moro?
Por supuesto que es lógico entender que son muchos los más de 700 años que convivimos con el mundo musulmán. Nos invadieron en el año 711, y los expulsamos en 1490, y durante ese tiempo, naturalmente convivimos, y convivir significa – vivir con -, es por ello más que natural, la enorme cantidad de afinidades correlaciones, vínculos y hasta familiaridades que existirían entonces con ellos.
Conocemos que la mayoría de las veces la correlación consistía solamente entre aquellos dos diferentes mundos en – Hechos de armas – pues sí, pero también hemos de entender por lógica, que no pueden vivirse esa enorme cantidad de años continuamente en guerra.
Hamet el Zegrí era un notable guerrero de las filas islámicas que defendió con arrojo y notable valentía los últimos baluartes granadinos. Había ejercido como alcaide de la ciudad de Ronda, y cuenta la historia que en su juventud fue hecho prisionero en una incursión cristiana y llevado cautivo. Como persona notable se pidió por su rescate importantes cantidades de dinero. Las negociaciones del pago fueron demasiado largas por el regateo de las cantidades.
Interviniendo por último hasta el propio Rey cristiano, Juan II, aquel que era llamado “el doliente”, para poner fin a la rivalidad entre los captores, en lo referente a cuantas habían de ser la “doblas de oro” que se entregaran para su liberación.
Aunque el pueblo siempre suspicaz y desconfiado, ante el mucho tiempo de negociación, entendía que lo pretendido era quedarse con el oro, y con el moro. Y de ello que se acuñara la frase con evidente malicia.
Arraigó la expresión en el lenguaje popular, precisamente para definir con ella el reproche ante cualquier conducta que pretenda adquirir más de lo que verdaderamente corresponda por natural derecho.
Es así como ha quedado, como un simple reproche, y de esa manera la empleamos ahora.

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