Que expresión más curiosa… analizada gramaticalmente parece no decir nada, aunque la empleamos frecuentemente, ya que parece ser que el verbo – parar – aquí, lo empleamos en sentido comparativo.
¿Quién no ha dicho para comparar algo muy llamativo? ¿Dónde va a parar?… Veamos un ejemplo: Ante el AVE, quien no diría comparándolo con los antiguos carruajes de nuestros abuelos…Donde va a parar… Pues esa, esa es la expresión a la que deseo hoy referirme. ¿Y por qué? Pues simplemente, por el hecho de que yo mismo, la he pronunciado hoy, y creo que con bastante razón.
Por fin he podido ver restaurado, el Pórtico de la Gloria en la Catedral de Santiago de Compostela. Una verdadera maravilla. Ciertamente.
Pues claro, claro que lo había visto antes, posiblemente no sé si cientos, pero docenas de veces, seguro. Ha sido uno de los monumentos más emblemáticos de mi vida. Era naturalmente solo piedra, pero piedra tallada y ha representado siempre para mi espíritu, algo muy profundo y personal. Lo recuerdo con auténtica “morriña” como dicen por aquí, y mi idea de él era afable y placentera, pero oscura y hasta un tanto triste.
Hoy ha sido otra cosa, de verdad. Ha aparecido ante mí algo radiante, alegre y hasta gozoso. Como inyectado de luz, algo distinto, más luminoso y brillante, se sienten hasta más cercanas y vivas las figuras en su entorno. Posiblemente sea solo limpieza pero parece más alegre, y fascinante.
Después de un largo rato de extasiada contemplación, lo primero como persona bien nacida es pensar… ¿Y a quien…? Gracias de todo corazón a la Fundación Barrié. Estén seguros de que los seis millones largos de gasto están maravillosamente invertidos, Muchas gracias.
Ahora, están cegadas sus arcadas hacia la Catedral con madera, es natural. Pero pensemos en los millones y millones de peregrinos que faltan por llegar a postrarse ante el Apóstol, y es su verdadera bienvenida. Lugar de culto y no monumento individual. No puede estar cegada mucho tiempo esta puerta, ya que es precisamente la de la Gloria. Y eso por supuesto, es muy importante, sin ninguna duda.