Bailar el agua

Todos en realidad, conocemos el sentido de esta expresión.
Es algo similar a una adulación, a un halago, incluso hasta podríamos pensar en un peloteo. Así de sencillo.
De manera voluntaria y natural unas veces, si es merecidamente, y en otras ocasiones obligados por las más diversas circunstancias. Es solo una forma de relación con nuestros semejantes, conocida como gratitud y retribución.
Aunque la expresión: -bailar el agua- no es solo agradecimiento, quiere definir algo más cercano ya, a la lisonja, adulación y al agasajo, en una palabra, a la coba.
Y, ¿su origen? ¿De dónde puede proceder lo de bailar el agua?
Parece ser que de siempre ha existido una costumbre, para refrescar los patios adoquinados de las casas en los calores estivales, regándolos con abundante agua. El que los criados de la casa realizaran esta tarea antes de la llegada de los señores, y que efectivamente el agua “saltara” o bailara al caer con fuerza sobre el empedrado, ha de ser el origen de la expresión.
A lo largo de la Historia, en algunas de nuestras antiguas Casas Reales, existían unos personajes encargados, solo y exclusivamente de eso, de bailar el agua a los cortesanos, y por supuesto preferentemente, a los reyes.
Se trata de los célebres enanos.
Entre la gran cantidad de extraños personajes que merodeaban en la Corte: Lisiados, Distróficos, Mórbidos y Acondroplásicos, los que sobresalían, eran los enanos, que con sus diversas desproporciones y anormalidades se usaban para realzar la belleza y equilibradas proporciones de sus señores.
Hemos conocido a muchos de ellos, incluso han sido inmortalizados por los pinceles de afamados pintores como el mismo Velázquez. El célebre Miguel Soplillo, al que apreciaba mucho Felipe IV. Nicolasito Pertusano el de Las Meninas, Pablo de Valladolid, Sebastián de Morra y muchos más.
Ahora, se cometerán muchos y muy diversos desaciertos, es verdad, pero aparte de la evidente falta de caridad, lo verdaderamente llamativo de algunos de estos hechos históricos, podrían ser las verdaderas gilipolleces que se usaban entonces…. ¿Verdad?

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