Naturalmente que muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez ¿Que será eso de la “porra”? ¿Y cuál será la razón de mandar alguien allí cuando queremos perderlo de vista?
Es simple, se trata de un término del hablar castrense o militar que se usaba, bien es verdad que en muy pasados tiempos, de ello que sea casi anecdótica la expresión, y que por supuesto no llega ni a ser insulto o agravio, más bien solo intención simple de alejamiento, pero que aún así, tengamos necesidad que conocer su origen.
Aquellos nuestros gloriosos tercios del siglo XVI que pasearon victoriosas sus banderas por la geografía europea fueron los que inicialmente la empleaban en su jerga o lenguaje y de ellos nació la expresión.
Para ellos entonces, la “porra” era aquel largo bastón adornado y generalmente con puño de plata que portaba el sargento de tambores que desfilaba delante de la banda de ellos y de las cornetas, y que por supuesto manejaba con gran habilidad, haciéndolo voltear al ritmo que marcaba la música. Seguro que de esta circunstancia nace lo que conocemos actualmente como las “mayorets”. Costumbre que naturalmente conservan algunas características unidades militares de ahora mismo como – La Legión -.
Entonces, ¡claro! esta llamada “porra” o bastón tenía un empleo establecido, consistente en señalar en el terreno, donde el portador la colocaba, el sitio de acampada de la tropa, y dentro de ello el lugar en el que había de permanecer todo aquel soldado que por alguna falta o desobediencia había sido sancionado. Ese era el cometido de la “porra”.
Cierto que históricamente, existió una llamada – Banda de la porra – allá por 1870 que defendía y no de manera reposada ni pacífica, precisamente sino todo lo contrario, las ideas del advenimiento de Amadeo de Saboya.
Sin olvidar naturalmente, la llamada -Porra Antequerana- exquisito plato con casi los mismos ingredientes que el salmorejo, pero con mucha más miga de pan, muy espeso por tanto, que tiene como característica que ha de mantenerse en pie la cuchara.