Armarse la marimorena

Prácticamente todos al escuchar la palabra –Marimorena- recordamos sin querer, aquel conocido villancico navideño… -Ande, ande, ande, la marimorena….
Podría parece que esto de la marimorena, al considerarla como expresión, fuera a lo que nos vamos a referir. Pues no.
Su verdadero origen, lo hemos de referir en el hecho de organizarse una gran bronca, aunque lo hemos de asociar a algo muy distinto. Nada menos que a una tabernera.
Y fue en Madrid, en el año 1579, reinando todavía, pero ya en sus últimos años, nuestro Rey Prudente, es decir Felipe II, que moriría poco después en el Escorial. Y sabemos que ocurrió, que un tabernero llamado Alonso de Zayas y su esposa conocida por –Marimorena- que regentaban por aquellos años en Madrid una taberna, de las llamadas de Corte.
Mucho cuidado de no confundirla con la notable escritora María Zayas y Sotomayor, que tiene merecida calle en Madrid.
Parece ser que en cierta ocasión por aquellos años se dieron unos hechos de que al negarse a servir vino de ciertos cueros viejos, reservados para clientes más distinguidos, pues otros clientes de no tanta consideración se sintieron ofendidos, y promovieron grandes altercados que culminaron en procesos judiciales de alguna repercusión social.
Como al ser las gentes que han frecuentado en todos los tiempos las tabernas, soldadesca y personas de genios ciertamente no demasiado sosegados, habremos de pensar que la condición, de genio, talante y hasta temple de la “tabernera” no debería ser muy apacible y plácido, ni por supuesto de gran mansedumbre, ya que ha sido su nombre el que ha perdurado en el tiempo, y a la que se impuso la sanción. Y que fuera ella la auténtica protagonista de los hechos juzgados, puesto que nadie superó su agresividad y violencia en la “bronca”. Sin duda se trataba de aquello que se ha llamado luego… De armas tomar…

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