Reinar sin reinar

No todas las expresiones han de ser conocidas por el hecho de que se usen con frecuencia en nuestro lenguaje común, también las hay como esta, y han de considerarse aunque estén solo empleadas en espacios y ambientes más técnicos y mucho más cultos, eruditos y hasta científicos.
Existe una publicación técnica en forma de revista interdisciplinar de estudios hispánicos medievales llamada: – e-Spania- que nos ofrece el detallado estudio de uno de nuestros más egregios personajes antiguos: Doña Berenguela de Castilla, y a ella se refiere la expresión a que nos referimos, que no solo es verdadera sino también muy adecuada.
En el lenguaje actual, podría ser algo así, como – mandar en la sombra -.
Hija de un importante Rey de Catilla, Alfonso VIII el de las Navas, hereda el Reino de Castilla a la muerte de su hermano Enrique, de la que es Regente por muerte de sus padres, y que a los trece años fallece el muchacho de un accidente casual por el traumatismo que le produce una teja que le cae en la cabeza estando en el Palacio Arzobispal de Palencia. Casada ya ella con otro importante Rey, Alfonso IX, de León, tiene con él cuatro hijos. Pero lo que eran las cosas de entonces, el Papa anula su matrimonio y desoye las peticiones de los cónyuges para seguir viviendo juntos, pero considera a los hijos legítimos… ¡Que cosas pasaban en aquellos tiempos¡
Su tercer hijo era nada menos que Fernando III al que llaman: “el Santo” pero es que de verdad lo era. Posiblemente el más grande Rey que hemos tenido en todos los tiempos, y además un gran conquistador de nuestro territorio. Y es ella, al fallecer su esposo y ser nombrada Reina de León, que de inmediato y – sin reinar – le traspasó los Reinos de Castilla y León que ya no se desunirían nunca, a su hijo Fernando.
¡Claro que tienen mérito las muchas conquistas del hijo! Y gracias a ellas podemos a este lado del Estrecho, comer la maravillosa “caña de lomo” y beber el mejor “vino fino” del mundo, pero porque era ella, la madre, la que se encargaba de todo lo demás: Gobierno, alianzas, administración y sobre todo diplomacia, es decir de todo.
Bendita mujer. Recordémosla siempre al usar la expresión

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